Los dragones son animales de aire, tierra y agua que se mencionan en todas las culturas milenarias, aunque no siempre representan las mismas cualidades.
En China, los dragones son seres de sumo poder espiritual. Representan la salud y la buena suerte.
Su imagen es un conjunto de diversos animales: cabeza de caballo, cuerpo de serpiente, garras de águila y bigotes largos. No escupen fuego y vuelan producto de la magia.
En Europa, en oposición a la cultura oriental, los dragones se caracterizan por ser seres perversos, poderosos, capaces de volar y escupir fuego. A su vez que representan agudeza mental, inteligencia, fuerza e ingenio.
Suelen encontrarse en historias fantásticas ocupando el lugar del malvado al que se deben enfrentar. Normalmente, se los representa con cuatro patas, cuernos y enormes dimensiones.
Otras culturas que daban importancia a los dragones eran los griegos, quienes los consideraban seres del submundo, tenebrosos y oscuros y; los germanos, para los que representaban el egoísmo y la codicia.